UNA CASA CONSTRUIDA EN SACEDÓN HA MERECIDO UN PREMIO DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS DE CASTILLA-LA MANCHA

01.08.2022

En la reciente entrega de los Premios de Arquitectura y Urbanismo, convocada por el Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), el premio de Arquitectura, en el apartado de Obra Nueva Vivienda, fue para una casa, construida en 2020, en la localidad ribereña de Sacedón, en Guadalajara. Lleva por nombre 'Villa Icaria', y su proyecto lo firma el matrimonio de arquitectos de Fernando Orte y Cristina Manene, a los que se une el tercer arquitecto del estudio 'Al Descubierto', Omar Miranda. El jurado estimaba, en la fundamentación del premio, una buena adaptación contemporánea de la arquitectura vernácula y la utilización constructiva de los materiales locales.

Supieron de la convocatoria de estos primeros premios de Arquitectura y Urbanismo convocados por el COACM, por la página web del Colegio. "Para un estudio pequeño, como el nuestro, que no tiene muy a menudo la oportunidad de recibir galardones de este estilo, fue muy ilusionante recibirlo", reconoce Orte. El arquitecto desconocía la prolongada ausencia que en la región había de unos premios de Arquitectura, pero "siguiendo las intervenciones del resto de premiados, percibimos que su recuperación era más que necesaria" añadía.

La Villa Icaria es una casa que los arquitectos han construido para ellos mismos. Pese a haber ejecutado otras viviendas en la zona, se decantaron por presentar a concurso su propio proyecto, puesto que en él, "hemos tenido libertad absoluta para proyectar y terminar las cosas según nuestro criterio", explica.


Sin embargo, a pesar de disfrutar de esa libertad, o precisamente por ello, el proceso creativo de la casa, fue tortuoso, reconoce Fernando. "Estamos casados, pero hay ocasiones en las que nos cuesta trabajar juntos, porque los dos lo damos todo. Queremos aportar más, y surge el duelo de egos para decidir la evolución del proyecto", cuenta divertido el arquitecto. Sin embargo, Fernando y Cristina supieron encontrar un punto de encuentro en el que ambos se sentían cómodos, de manera que, a la postre, "los dos hemos terminado disfrutando del proceso de la obra y, por supuesto, lo hacemos ahora con el resultado".