LAS CUEVAS DEL SUBSUELO DE BRIHUEGA

En el subsuelo de Brihuega existe un conjunto de cuevas verdaderamente laberínticas, se les denomina "cuevas árabes", aunque no existen estudios sobre ellas, siendo su cronología (siglo X-XI) coincidente con el esplendor andalusí en la comarca de la Alcarria, por tanto, podrían tener más de 1.000 años de antigüedad.
Su
construcción ha debido ser fruto de numerosas reformas y
algunos estudiosos mantienen que podrían ser de origen visigodo y
si en un principio debieron tener un fin defensivo (y
probablemente de huida al exterior en caso de asedio), con la llegada
cristiana muy probablemente fueran reconvertidas en bodegas, momento
al que corresponderían los huecos labrados en los pasillos para la
inserción de grandes tinajas de cerámica que siguen un esquema
mucho más tosco que los corredores, realizados en los arcos de herradura apuntada.
La
parte más espectacular de las mismas (que son una mínima parte de
las que existieron, alrededor de 8 Km de largo) son unos
curiosos arcos apuntados en derrame, cobijados unos bajo otros.
El
complejo "cuenta con una temperatura constante de 12 grados
centígrados durante todo el año". Por tanto, durante épocas de
paz, esta infraestructura también se utilizó como "almacén de
víveres y alimentos". E, incluso, a lo largo de la Guerra Civil
española de 1936, las referidas cavidades se usaron "como
refugio". Por lo que no fue únicamente una forma de guarecerse y
escabullirse de los enemigos, observándose diversos usos durante la
historia.
Las cuevas tienen una serie de arcos que, algunos historiadores, los atribuyen a los visigodos, por lo que serían anteriores a la dominación árabe. Los mismos, "se encuentran cerrados por formas apuntadas, talladas a mano unas sobre otras". Sin embargo, el origen de la referida arcada es en realidad muy posterior. Se habría realizado tras la retirada de los musulmanes del lugar.
Así lo defienden otros investigadores, entre ellos, el cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado. "Estos arcos se denominan así por su prominencia apuntada, pero no son de época visigoda, y tampoco árabe, como también se ha dicho. Son construcciones de época cristiana, aunque de gran valor por su antigüedad, interés y dimensiones", explica.
Tienen un alto valor patrimonial, porque se trata de una estructura arquitectónica desarrollada en el subsuelo, con galerías, pisos y almacenaje de tinajas para el vino y el aceite, confirma el cronista arriacense.
La entrada a las cuevas árabes de Brihuega se encuentra en la Plaza del Coso, donde está también la oficina de turismo.