LA TÍA TULA, LA REAL FÁBRICA DE PAÑOS DE BRIHUEGA Y EL RÍO TAJUÑA

El director de cine Miguel Picazo invita en 1964 a La Tía Tula a venir a Brihuega, siendo una joven que, rechazando novios, se queda soltera para cuidar a unos sobrinos, hijos de Rosa, su hermana que se le muere, vive con el cuñado, a quien rechaza para marido, pues no quiere manchar con el débito conyugal el recinto en que respiran aire de castidad sus hijos.
La convivencia entre Tula y su cuñado es complicada al principio, en los apartamentos de la Real Fábrica de Paños de Brihuega, y se complica todavía más cuando Emilio, que desea casarse con Tula, pretende que Ramiro utilice su influencia sobre la mujer para facilitarle los planes de boda, sin embargo Ramiro no está dispuesto a ayudarle, pues él, también se siente atraído por su cuñada, atracción que se ve favorecida por la vida en común.
La convivencia se les hace más llevadera con las excursiones que hace la familia al río Tajuña para refrescarse de las calurosas tardes del verano briocense, a las sombras de sus choperas, y salir de las cuatro paredes donde conviven la mayor parte del día.
Si Miguel Picazo, volviera a deleitarnos con la azarosa vida amorosa de la Tía Tula en Brihuega, se encontraría con los mismos problemas de la protagonista, con su satisfecho instinto de maternidad, ¿para qué perder su virginidad? "Es virgen madre", siendo ella feliz con esta situación.
Pero su cuñado Ramiro en vez de vivir en los apartamentos de la Fábrica, Tula ahora se lo encontraría, quien sabe, de gerente del Hotel Balneario, construido en la Fábrica de Paños, o de director del mismo, un hotel para que las clases pudientes, descansen de sus más que probables "complicadas vidas"
Seguramente que las cálidas tardes a la orilla del río Tajuña tampoco podrían servir para distraer la tensión que producía la convivencia entre cuñados, ya que sus aguas ya no serían tan cristalina como en 1964, al no tener, de momento, la tantas veces anunciada depuradora y la tantas veces olvidada.
Pero
a buen seguro que la familia que nos traería Miguel Picazo a
Brihuega, vendría con el rol de una familia pudiente para volver a
representar la vida que tuvieron entonces, con los mismos
problemas y tensiones familiares, pero ahora aliviadas con las aguas
termales de su nuevo aposento, en vez de salir de paseo a las orillas
del río Tajuña.