LA RESIDENCIA VIRGEN DE FÁTIMA DE BRIHUEGA CIERRA SUS PUERTAS ANTE LA PASIVIDAD DE LAS DISTINTAS ADMINISTRACIONES.
La Residencia Virgen de Fátima de Brihuega comunicó ayer tanto a sus trabajadores como a los familiares de los residentes su cierre inmediato, los familiares tendrán que ir buscando otra residencia para estas personas, que la mayoría de ellas llevaban varios años en ella.
Después de un año muy duro para las personas mayores, ya que han sido las que más han sufrido el Covid-19 y en plena pandemia, hay que hacerles pasar por un traslado que en la mayoría de los casos supondrá tener que irse de Brihuega con lo que puede suponer para ellos y que hará más complicado hacerles compañía.
Mientras las ciudades y municipios competían estas navidades por ver quien ponía las luces más bonitas y gastaba más dinero en la iluminación navideña, la economía real caminaba por otro lado, pero los políticos de turno estaban y están muy ocupados en otras lides como por ejemplo ofrecernos cada día multitud de fotos en las redes sociales explicándonos lo bien que hacen las cosas, pero que no hacen nada más que lo que es su obligación, cuidar por el bienestar de todos sus ciudadanos.
Pero que no busque nadie la foto del político con estos ancianos saliendo de la que ha sido su casa los últimos años que no la encontrará, como sí que encontraría fácilmente si fuera la foto de la entrega de cualquier regalo o subvención.
Que por cierto parece ser que en esta fiesta del "café para todos" no se ha tenido en cuenta ayudar a estas residencias y tres narices les importa a sus Señorías dejar en la calle a sus trabajadores y obligar a dejar a sus residentes la que ha sido su casa todos estos años.
Señores firmantes de pactos contra la despoblación, no vale preparar bonitos saraos de firmas rimbombantes y grandes declaraciones, hay que actuar y evitar estas situaciones que no ayudan para nada para fijar población dejando en la calle a trabajadores y trasladando a otros municipios a sus personas mayores, así desde luego que no.