LA PICOTA DE CASTILMIMBRE

26.04.2023

En pleno corazón de la Alcarria, en el valle que desciende al Tajuña, sobre un cerro con un entorno pintoresco, encontramos el pueblo de Castilmimbre. Hace tiempo se le llamaba también, Bembibre del Castillo, lo que nos da la clave del nombre actual.

Es un pueblo del municipio de  Brihuega y ha sufrido el mismo cambio de dueño que este. Cuando pasó a manos de la Corona en tiempos de Felipe II, este la vendió al mismo que Fuentes de la Alcarria, pero sus habitantes no aguantaron mucho, comprándola ellos mismos, buscando la independencia.

La declararon villa en 1747, fecha grabada en la picota. El monumento se levanta sobre tres escalones circulares en la plaza del pueblo y sobre un basamento cuadrado sobre el que se levanta una columna lisa con cuatro salientes cruzados inscritos que simulan cabezas de perros; en su remate hay un remate poligonal que, tras pasar por un desnivel, remata en un tronco de cono, rematado con una cruz y una hoja de hierro.

En el punto más alto del pueblo, rodeada por una fortaleza, se encuentra la Iglesia de la Asunción. Es una obra del siglo XVI, lo único que llama la atención son las portadas con arcos de medio punto y algunas molduras. Desde este lugar se pueden contemplar unas maravillosas vistas. 

La picota de Castilmimbre es de las pocas que, aún a modo de simulacros, cumplen sus funciones judiciales al menos una vez al año. El Domingo de Resurrección, se cuelga de su poste un muñeco de palo que representa a "Judas" y luego se le prende fuego, con él se ponen unos huevos de Pascua, que pueden ser comidos por quien suba a recoger