LA 'JOTA' CAMINO DE DECLARARSE PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha sumado este lunes a la jornada de visibilización de la jota que se está desarrollando en todo el país para que este género musical sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Bajo el hastag #yoapoyolajota, las redes sociales de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes apoyan que la jota sea reconocida como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España como paso previo para que posteriormente pueda ser presentada la candidatura ante la Unesco.
La jota en Castilla-La Mancha está presente en cientos de localidades de las cinco provincias de la región, tiene su estilo propio y muchas veces se presenta bajo la forma de jotillas o emparejadas a otros bailes como las seguidillas.
Algunas fuentes sitúan en Valencia los antecedentes de la jota, que se pueden deber a bailes de índole religiosa en su expresión tocada o cantada, sabiéndose de su existencia desde el siglo XVIII, aunque hasta el siglo XIX no es un género consolidado en España.
En cuanto a las jotas de Castilla-La Mancha, aparecen referencias en el 'Fondo de música popular o tradicional' del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) que alberga más de 25.000 melodías copiadas en papel y recogidas en su mayor parte entre 1944 y 1960 por toda España, entre ellas de las cinco provincias de Castilla-La Mancha.
También hay grabaciones de campo en español del etnomusicólogo estadounidense, Alan Lomax, considerado como uno de los más grandes recopiladores de canciones populares del siglo XX y que fueron realizadas en 1952 en distintos puntos de España, incluida Castilla-La Mancha.

La Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folklore, que cuenta con 71 agrupaciones federadas, prosigue la labor de recogida de información y divulgación de los materiales del folklore castellanomanchego.
Algunas asociaciones de coros y danzas, así como en grupos folklóricos, hay sagas familiares con hasta cinco o seis generaciones consecutivas en la transmisión y salvaguardia de la jota, como por ejemplo la familia Guzmán Fernández, en Alcázar de San Juan.