LA CÁRCEL DE BRIHUEGA

En 1779 el Ayuntamiento de Brihuega acordó levantar, en la plaza del Coso, una cárcel, la obra y planos se le encargó a un arquitecto de Brihuega, Feliciano de la Yzeguilla, pero el proyecto realizado por éste, no le gustó a la corte de Carlos III, que la consideró poco bella o útil, y la calificó de «obra desarreglada, fuera de arte y de toda razón».
Se encargó otro proyecto a Benito Fernández, vecino de Madrid. Este, que debía ser un informal, comenzó la obra y enseguida la paró cobró dos tercios del presupuesto, que era de 34.000 reales, y no volvió a aparecer por Brihuega. Se le llevó a tribunales, se le embargó, y finalmente, tras los retrasos correspondientes, se entregó la obra, apenas comenzada de nuevo a Feliciano de la Yzeguilla, quien en poco tiempo, terminó la obra a gusto de todos. Se terminó en noviembre de 1781, sustituyendo a la anteriormente construida por Felipe II en el siglo XVI.
El edificio a lo largo de su historia ha tenido varios usos, fue usada como escuela, academia de música y en las últimas décadas como biblioteca. Desde el año 2011 alberga la Oficina de Turismo donde encontrar toda la información sobre Brihuega, sus pedanías, la comarca y zonas más características de la provincia de Guadalajara.
Se compone de dos plantas: La planta baja está formada por diferentes paneles ilustrativos e informativos de la historia de Brihuega, sus monumentos y pedanías, además de las figuras de los conocidos "cabezudos" de las fiestas, en su interior todavía se pueden apreciar lo que fueron los calabozos de la cárcel.
En
la primera planta hay una sala audiovisual donde se proyecta un
documental sobre la comarca de Brihuega y otra sala en la que se
muestra información sobre las fiestas más importantes de la villa y
sus productos típicos.