EL SONIDO DE LAS CAMPANAS DE BRIHUEGA

Los campanarios siempre destacan por encima de todas las construcciones, casi siempre se han estudiado los campanarios desde el punto de vista arquitectónico, olvidando la mayoría de las veces, una de sus funciones, las acústicas.
Brihuega
llegó a tener 18 campanas repartidas por sus parroquias y
conventos, desaparecieron
casi todas durante la guerra civil, y fue a partir de 1942 cuando se empezaron a reponer las
campanas perdidas en Santa María y en San Felipe, las dos
iglesias que actualmente están abiertas al culto, la desaparición
de la figura del campanero, provocó la desaparición de los toques tradicionales. Este hecho no solo ocurrió en
Brihuega, sino en toda España.
En la actualidad existen 4 campanas en Santa María y otras 4 en San Felipe fundidas después de la guerra, siendo las más modernas las dos fundidas por Campanas Quintana en 1996, una para la torre de Santa María y otra para la torre de San Felipe.
Los toques que tocaban eran sencillos. Después de la guerra tuvieron casi que reinventarse, tocando con una campana toques que antes se realizaban con varias. Los toques recogidos son:
Toque de misa: dividido en tres toques, 30 minutos antes de la misa, 15 minutos antes y poco antes de empezar. Son golpes de badajo tocados a un ritmo moderado. Al final de cada toque se daba uno, dos o tres toques de señal para avisar.
Toque
de mediodía: Era un toque diario que se realizaba a las 12. Marcaba un momento de oración y descanso en el trabajo.
Toque
de Ánimas: Otro toque diario que se hacía por las tardes
después de los rosarios. Este toque pedía una oración por las
Ánimas del Purgatorio.
Toque
a muerto: Avisaban de la muerte de un vecino. Era diferente
según el sexo, 12 si era mujer, 13 si era hombre.
Toque
a clamor: Era un toque pausado que se tocaba en los entierros y
se interpretaba desde que el difunto entraba por el arquillo
hasta que era enterrado. También se realizaba para avisar
de una misa funeral y durante toda la madrugada de la noche
de todos los Difuntos.
Volteo:
Era uno de los toques más arriesgados por el peligro que
entraña. El primer yugo que tuvo la campana mayor tenía una
biela con una cuerda que permitía, una vez desequilibrada
la campana, el volteo de la misma. Se interpretaba antes de
la misa de los domingos, fiestas importantes, procesiones y en
caso de fuego.
En
la actualidad el toque de campanas en Brihuega es de cuatro toques, y
la figura del campanero ha desaparecido, como de la mayoría de las
iglesias.