EL SILO DE BRIHUEGA “LA CATEDRAL DEL CAMPO”

16.01.2023

A estos silos se les ha llamado las "catedrales del campo", ya que destacan por su altura en el paisaje rural. A pesar de su destino más prosaico (pero no menos importante) y de un aspecto bastante menos espectacular que las catedrales de verdad, también forman parte de nuestro patrimonio, en este caso del industrial agroalimentario; aunque lamentablemente la gran mayoría de ellos están hoy en día olvidados y en desuso.

Un poco de historia

Situémonos en la España del primer tercio del siglo XX. Unas cosechas de trigo tremendamente variables de un año para otro, el aumento de las tierras dedicadas a este cereal, aunque apenas dieran rendimiento y una gran desorganización del mercado del trigo, hacían necesario que el Estado interviniera, estabilizando precios y rentas. Esta situación, denominada como "el problema triguero", fue objeto de las típicas discusiones políticas sobre lo que había que hacer, que solo se tradujeron en el tímido intento de los silos cooperativos; pero llegó la Guerra Civil y lo trastocó todo.

En plena contienda, en 1937, se crea el Servicio Nacional del Trigo (SNT), cuya misión era comprar la cosecha de trigo a los agricultores, para asegurar el abastecimiento de la población y el mantenimiento de los campesinos. Durante la posguerra (a la que hay que añadir la "pertinaz sequía") aumenta la precariedad de los miles de pequeños agricultores trigueros, se hace inevitable una mayor intervención estatal.

Así, entre 1941 y 1984 el SNT proyecta, construye y consolida la Red Nacional de Silos y Graneros, una enorme infraestructura estatal diseñada por Ingenieros Agrónomos (asesorados por un arquitecto en temas de estética) para recoger el trigo en las zonas productoras y redistribuirlo según las necesidades. Para su construcción se utilizaron los precarios materiales disponibles en la posguerra y se contó con el asesoramiento de ingenieros alemanes.

El silo de Brihuega lo cedió la Junta de Comunidades al ayuntamiento de Brihuega en octubre de 2010, y hasta la fecha ninguna corporación municipal ha sabido qué hacer con él, salvo las cocheras y sede de Protección Civil de Brihuega a finales de 2020.

Otros ayuntamientos de la provincia también han decidido disponer de sus silos para destinarlos a otras funciones. Es el caso de Mondéjar, que proyecta un vivero de empresas en esta infraestructura. Por su parte, el Ayuntamiento de Yunquera invirtió parte del fondo estatal para salas para el desarrollo de talleres de empleo, pero la mayoría han terminado para almacenes municipales.