EL PRONÓSTICO METEOROLÓGICO PARA LA PROVINCIA DE GUADALAJARA NO SE PRESENTA NADA HALAGÜEÑO

23.04.2023

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advertía hace escasos días que el mes de abril de 2023 terminará muy probablemente como el abril más seco de la historia de España desde que se tienen registros. Y no sólo eso, con unas temperaturas más propias de verano que de primavera.

Esta circunstancia y la ausencia prolongada de lluvias en los últimos meses (apenas ha llovido en la provincia desde mediados de diciembre) está provocando unas consecuencias nefastas en el campo y en las reservas hídricas. «Veníamos de un año, del 2022, que no fue la panacea en cuanto a lluvias, este invierno también ha sido malo en ese sentido y a ello se suma el calor. Cuanto más calor haga, más agua pierdes tanto en la tierra como en los embalses», resume Roberto Granda, meteorólogo de El tiempo.es.

Lo cierto es que, en estos momentos, todos los pantanos de la provincia disponen de menos reservas que hace un año. Los más importantes, los de la cabecera del Tajo –Entrepeñas y Buendía– acumulan 699,82 hectómetros cúbicos, lo que supone el 27,79% de su capacidad cuando su nivel era ligeramente superior hace un año (28,46%). La situación es muy similar en el resto. Por ejemplo, Alcorlo almacena 76 hm³ y hace un año tenía 102; El Vado registra 28 hm³ y hace un año contaba con 33; y Beleña almacena 35 hm³, tres menos que en 2022.

Aunque Roberto Granda advierte de que «no se puede asegurar nada» y que los modelos de predicción sólo ofrecen «tendencias», sí es cierto que «los escenarios, ahora mismo, contemplan que el verano va a ser muy cálido». «La probabilidad es que esté en el 30 por ciento de los veranos más cálidos registrados», detalla este experto, que incluye a la provincia de Guadalajara en este nefasto pronóstico. En cuanto a las lluvias, no existe todavía ninguna tendencia, pero este meteorólogo recuerda que «sabemos que el verano es una época de pocas lluvias en la zona de Guadalajara».

En lo que se refiere a la predicción más cercana en el tiempo, Granda señala que, aunque existe cierta incertidumbre y este sábado se esperaba algún chubasco, todo hace apuntar a que la próxima semana seguirá siendo seca y que llegará «calor serio, más propio de verano, de entre 27 y 30 grados». Si este vaticinio se confirma, supondría «el asurado del cereal o que se espigaría por completo», lamenta este profesional. Respecto al mes de mayo y lo que resta de primavera, Granda sostiene que, una vez más, «las tendencias apuntan que será cálido, pero sobre precipitaciones no hay predicción clara». Toca, por tanto, esperar y cruzar los dedos.