EL FUERO DE BRIHUEGA, EL DOCUMENTO PERDIDO EN LA GUERRA CIVIL 

19.12.2022

 En 1938, en plena Guerra Civil española, un soldado lo salvó de las llamas cuando la tropa de la que formaba parte tomó la ciudad de Brihuega. Y desde entonces lo tenía custodiado hasta que, a su muerte, uno de sus hijos lo ha entregado a las autoridades.

En la recuperación del fuero ha colaborado la casa de subastas Soler y Llach en Barcelona, y la Sección de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que fue quien hizo la entrega al municipio de Brihuega.

Se trata de un documento de incalculable valor, que se encuentra en buen estado de conservación, teniendo en cuenta que pudo haber sido elaborado en el año 1242, cuando el Arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada, concedió el fuero a la villa de Brihuega.

Un documento con normas jurídicas y penas

El códice consta de más de setenta páginas, donde se recogen un conjunto de normas jurídicas y las severas penas que se deben imponer a aquellos que las incumplan

Está escrito en pergamino, resguardado por dos gruesas tablas de nogal, unidas por su borde inferior al fuero con cuatro fuertes tiras de badana. Contiene la firma del arzobispo, así como la de otras autoridades eclesiásticas que lo suscribieron con posterioridad.

Contiene un tipo de letra que los paleógrafos llaman francés, de diferentes colores, formando diferentes adornos entrelazados propios de las miniaturas de aquella época. Una sencilla orla de trazos de ambos colores abraza tres de los lados de la primera página.

El contenido del documento no es nuevo, se conoce bien gracias al trabajo realizado por el catedrático de Arqueología, Juan Catalina García, quien pudo estudiarlo antes de su desaparición, y publicar un libro en el que lo describía por completo.