EL CONVENTO DE LAS MONJAS BERNARDAS DEL JARDINILLO DE BRIHUEGA

18.03.2023

Al Convento de Santa Ana, de Descalzas Bernardas se le conocía por el Convento de "Arriba", o "Las Hermanas Bernardas" o "del jardinillo". Fue fundado en 1615 por Juan de Molina, natural de Alcalá de Henares. De diseño simple, el edificio fue ampliamente reconstruido después de la catastrófica inundación de 1877, que sufrió Brihuega. La iglesia tenía un pequeño campanario, para los servicios religiosos a la comunidad.

El monasterio estaba situado en la Plaza del Jardinillo, con planta principal en escuadra, cuyo ángulo estaba ocupado por la iglesia. Una única nave cubierta por bóveda de cañón constituía el santuario conventual, y la capilla. Situado a la izquierda del altar mayor del templo, se encontraba el sepulcro del fundador quien, tras su muerte, precisó la cantidad que debía entregarse al monasterio para su sustento. Sus herederos conservaron el patrocinio y el privilegio de presidir la ceremonia litúrgica y ser enterrados en la iglesia del monasterio

Tras una inspección en 1966, técnicos de la diócesis y de la administración civil declararon el edificio destruido y se desalojó. Las monjas se vieron obligadas a abandonar su convento, donde la congregación vivió desde hacía más de tres siglos. El nuevo monasterio se construyó a las afueras de Brihuega, en la carretera de Masegoso, al comienzo del camino de la Fuente de la Princesa. Hasta julio de 2021 han pasado 406 años desde que las monjas se instalaron en Brihuega en 1615.

Los años trágicos de la guerra civil de 1936 al 1939, años que las monjas se repartieron entre los vecinos del pueblo para sobrevivir. Fue la iglesia que menos daños sufrió en la Villa y enseguida fue restaurada e hizo incluso de parroquia, hasta la restauración de la iglesia Santa María.

A punto estuvieron las monjas de abandonar el convento en 1868, En este año, las nuevas leyes sectarias contra instituciones religiosas determinaron que las catorce monjas que habitaban el convento debían abandonarlo. El Gobernador Civil de la provincia llegó a Brihuega con las autoridades para ejecutar la orden. Sin embargo, el pueblo, ofreciendo su apoyo a las monjas que se negaban a abandonar el monasterio, consiguió que el Gobernador retirara la orden de desalojo, temiendo que se produjese un altercado público.

La pandemia del Covid y la falta de vocaciones han sido determinante para el cierre de la comunidad de monjas cistercienses del monasterio Santa Ana de Brihuega en el año 2021, y el abandono del convento nuevo donde residieron los últimos años