EL AYUNTAMIENTO DE BRIHUEGA ANUNCIARÁ LOS PRÓXIMOS DÍAS LA FECHA DE LA INAUGURACIÓN DE LA IGLESIA DE SAN SIMÓN Y SU APERTURA AL PÚBLICO

El ayuntamiento de Brihuega, anunciará los próximos días la fecha de la inauguración de las obras de restauración de la Iglesia de San Simón, que ya están prácticamente terminadas a falta de pequeños retoques.
La iglesia de San Simón la adquirió el ayuntamiento de Brihuega por un importe de 12.500 euros en el año 2020, se declaró BIC en el año 2005, una vez inauguradas las obras se abrirá al público como espacio monumental.
En el entorno de la iglesia se instalará el Centro de Innovación Rural de Brihuega que incluirá un espacio coworking y emprendimiento que estará disponible para las empresas y emprendedores de Brihuega con el objetivo de dinamizar su actividad, este proyecto será financiado con una subvención de la Diputación Provincial de 575.000 euros.
La antigua iglesia de San Simón en Brihuega pudo haberse levantado sobre la que fue la mezquita de Brihuega, según sostienen diversos autores, aunque existe cierta controversia entre los historiadores en cuanto a la construcción del templo en el siglo XIII.
Ya que algunos autores afirman que se levantó sobre lo que fue la antigua mezquita, otros apuntan hacia la sinagoga (Rodrigo Amador de los Ríos o el Marqués de Lozoya, según apunta Basilio Pavón Maldonado en su trabajo Sefarad en sus yeserías históricas. Las Sinagogas medievales de España) y podría ser factible que ambas fueran ciertas; habiendo sido el edificio anteriormente templo judío primero y musulmán después.
Se trata de un pequeño templo mudéjar, de estilo toledano, levantado entre los siglos XIII y XIV, que presenta una sola nave con ábside semicircular.
El acceso original incorpora arco apuntado polilobulado y, en su parte superior, un óculo o rosetón.
La demolición de un edificio adosado al ábside ha permitido observar la tipología constructiva del edificio, que presenta un zócalo de mampostería de unos tres metros de altura, sobre el que se dispone un paramento de aparejo toledano (cajas de mampostería y verdugadas de ladrillo).
El
ábside debe incorporar cinco ventanas, de las que exteriormente solo
se aprecian dos, construidas mediante cuatro arcos concéntricos, de
ladrillo, ligeramente apuntados. El interior presenta bóveda de
cascarón, reforzada por seis nervios que se unen en clave común.